
Fray Nicolás Borrás
Monje del monasterio que desarrolló su obra pictórica en el siglo XVI, representa uno de los mejores ejemplos de pintura monástica valenciana.
El Monasterio de San Jerónimo de Cotalba albergaba entre sus muros un rico patrimonio artístico, que se dispersó tras la desamortización. Así las obras pictóricas fueron trasladadas al Museo de Bellas Artes de Valencia y otros objetos como la custodia pasó a la Colegiata de Gandia, el órgano a las Escuelas Pías de la misma localidad, la campana grande fue a Xeresa y la imagen de la Virgen de la Salud fue llevada a la iglesia de Rótova.
Las pinturas del monasterio: Fray Nicolás Borrás (1530–1610)
Artista que desarrollo su obra pictórica a lo largo del siglo XVI y que representa uno de los mejores ejemplos de la pintura monástica valenciana.
Nacido en Cocentaina (Alicante), desde muy pronto demuestra su interés por la pintura y una clara vocación eclesiástica, compaginando ambos aspectos a lo largo de su vida.
Su estancia en Valencia le permitió entrar en contacto con las nuevas corrientes artísticas, además de relacionarse con artistas de reconocido prestigio, entre los que destaca Juan de Juanes, al que él mismo se refería como “mi preceptor y mi queridísimo maestro”.
Entre estos encargos encontramos realizó un gran número de retablos para distintas iglesias y conventos en Cocentaina, Orihuela, Alicante, Ibi, Onteniente y Aldaya entre otras. De entre ellos podemos destacar: el Retablo de las Ánimas de la Concatedral de San Nicolás de Bari en Alicante y el San Nicolás de Bari de la Iglesia parroquial de la Asunción de Santa María en Cocentaina.
Pero poco tiempo después fue llamado por los monjes jerónimos de Cotalba para realizar el retablo mayor de su iglesia. Durante la realización del mismo permaneció en el monasterio, ingresando en la orden en el año 1575. Ya como monje jerónimo concluyó el retablo y realizó un gran número de obras para el monasterio, sin dejar de recibir encargos externos, que proporcionaban ingresos al cenobio.
Retablo mayor de Cotalba
El retablo era de grandes dimensiones y constaba de catorce tablas. En el espacio central había una escultura, de tamaño un poco mayor al natural, de San Jerónimo. En las puertas del Sagrario estaban pintados en el anverso San Pedro y San Pablo, en el reverso San Vicente Ferrer y San Juan Bautista. En la calle lateral, a la izquierda de la figura central, estaba la tabla de la Coronación de Espinas que responde a la descripción que el evangelio hace de la escena. En la calle del otro lado estaba la tabla La Calle de la Amargura.
En el cuerpo superior en el centro aparece la Crucifixión, a la derecha el Expolio de Cristo en el Calvario y a la izquierda el Descendimiento de la Cruz. En el ático estaba la tabla de la Resurrección del Señor y en el tímpano del frontón superior Cristo y Dios Padre, que tiene forma semicircular y debía ser el remate del retablo.
En la predela aparecen representadas la Santa Cena en la parte central, a su derecha estaría la Oración en el Huerto y a su izquierda la Flagelación. A este conjunto pertenecen también otras tablas que suponemos debían estar en el basamento, de formato apaisado y que representaban a los Evangelistas. (Hipótesis de disposición según F. Benito).
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Obras realizadas para Cotalba
Tras la finalización del retablo mayor realizó otros retablos para las capillas de la iglesia. De entre ellos cabe destacar el retablo de Santa Ana del que únicamente se conserva la tabla central en la que se representa La Sagrada Familia, considerada una de las obras de mayor calidad en su producción.
También realizó pinturas para diferentes estancias del monasterio, así cabe señalar el grupo de cuatro grandes lienzos para Las Estaciones del claustro bajo. Los temas representados eran La Anunciación, La Adoración de los Pastores, La Adoración de los Magos y la Coronación de Virgen.
En la sala capitular había un retablo del que únicamente se ha conservado la tabla central en que se representaba el Pentecostés.
La única obra que hoy se conserva en su lugar original es La Santa Cena, que se encuentra en lo que ahora conocemos como almazara, pero que originariamente era la estancia reservada para el refectorio. Se trata de una grisalla realizada al temple.
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Obras realizadas para Cotalba
Tras la finalización del retablo mayor realizó otros retablos para las capillas de la iglesia. De entre ellos cabe destacar el retablo de Santa Ana del que únicamente se conserva la tabla central en la que se representa La Sagrada Familia, considerada una de las obras de mayor calidad en su producción.
También realizó pinturas para diferentes estancias del monasterio, así cabe señalar el grupo de cuatro grandes lienzos para Las Estaciones del claustro bajo. Los temas representados eran La Anunciación, La Adoración de los Pastores, La Adoración de los Magos y la Coronación de Virgen.
En la sala capitular había un retablo del que únicamente se ha conservado la tabla central en que se representaba el Pentecostés.
La única obra que hoy se conserva en su lugar original es La Santa Cena, que se encuentra en lo que ahora conocemos como almazara, pero que originariamente era la estancia reservada para el refectorio. Se trata de una grisalla realizada al temple.